No es raro que las personas hagan la transición de una profesión a otra, o que las personas desempeñen múltiples roles simultáneamente.
Esto también es cierto en el caso de los coaches de vida que se hacen pasar por agile coaches.
Déjame hablar un poco de qué razones llevar a ese cambio de profesión de un webinar que vi de Simon Reindl y Martin Hinshelwood.
¿Cuáles son las razones?
Hay algunas razones por las que esto podría suceder.
En primer lugar, el coaching ágil se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años, con muchas organizaciones adoptando metodologías ágiles para toda su capacidad organizativa.
Esto ha creado una demanda de agile coaches, y algunos coaches de vida pueden ver la oportunidad de ingresar a este mercado renombrándose como agile coaches.
En segundo lugar, las habilidades y la experiencia requeridas para ser un entrenador de vida efectivo pueden ser similares a las requeridas para ser un agile coach.
Ambos roles implican trabajar con individuos o equipos para ayudarlos a alcanzar sus metas y superar obstáculos.
Los coaches de vida pueden ver sus habilidades como transferibles al contexto de coaching ágil y creer que pueden agregar valor en este rol.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el coaching de vida y el coaching ágil son profesiones diferentes y requieren diferentes conjuntos de habilidades y conocimientos.
Los agile coaches deben tener una comprensión profunda de las metodologías ágiles y ser capaces de aplicarlas en un contexto práctico.
También deben tener fuertes habilidades de facilitación, comunicación y liderazgo.
Además, se debe tener en cuenta que las tarifas diarias de un agile coach siempre han estado más altas que las de un coach de vida.
Conclusión
En resumen, si bien algunos coaches de vida pueden ver la oportunidad de cambiar su marca como agile coaches.
Es importante que las organizaciones se aseguren de contratar personas con las habilidades y los conocimientos adecuados para respaldar de manera efectiva sus iniciativas.